Es una de las técnicas más antiguas conocidas para la mitigación del dolor. Visualiza al ser humano como un todo y a la enfermedad como una distorsión del flujo adecuado de energía al cuerpo. Mediante una combinación de técnicas especializadas utilizando manos, codos y algunos instrumentos auxiliares para facilitar la activación del flujo sanguíneo y la energía necesaria para la reconstitución del paciente. Hay varias modalidades de masajes: acupuntura, punción de dígitos, masaje de silla, drenaje linfático, masaje oriental, terapia sacro grúa, masaje sueco, masaje de tejidos profundos, reflexología y otros.
Beneficios:
Mejor circulación vascular y linfática
Activa la hormona histamínica que produce vasodilatación y mejor perfusión de la piel.